Olla rápida, fuego lento. La VII Cata Guasona sorbo a sorbo

Los cocineros escoltan la olla con tres kilos de garbanzos y no se sabe cuantos de carne y una más pequeña para la pasta.

Este año no hubo paella en la Cata, la cambiamos por tres kilos de garbanzos y más de dos de carne, chorizos y morcillas. Una olla cuartelera fue suficiente recipiente para cocinar tan ingente cantidad de alimentos, aunque la candela sin duda se quedó corta para tal hazaña. Más de cuatro horas de cocción fueron necesarias para poner tiernos los garbanzos en esa tremenda olla a presión. Casi dos se necesitaron para conseguir que hirviera el agua para la pasta de los niños.

Al menos los garbanzos dieron de sí. Comieron todos los catadores el sábado y un buen número de ellos el domingo, día en que las bajas diezmaron considerablemente nuestras huestes, hasta el punto de abortar la misión comida exterior.

Eso sí con la comida infantil tuvimos algún olvido. Nadie recordó el queso rallado. Claro que a cambio contamos con la paciencia de Pilar.

La cuña de queso quedó lista para dar sabor a los platos de pasta.