11/4/11

Una nueva cabeza coronada está naciendo en la guasonería

Para los guasones no será esta una adivinanza difícil de superar. ¿A quién pertenece esta cabeza guasona que empieza a coronarse? Sólo decirte, amigo mio, que para esto no hay marcha atrás. Se empieza así, discretamente, alejado (normalmente) de las miradas ajenas y se acaba, más o menos como yo.

10/4/11

Manjares tuvimos para todos los paladares

Lo cierto es que no sabemos que delicado plato estaría degustando el hermano Candela. Por el gesto asilvestrado, algo simiesco, se podría pensar que era un buen pedazo de la banana frita. Sin embargo, témome mucho que debió ser algún bocado más oculto, prohibido, algo que, al ser sorprendido por el fotógrafo de rigor, le generó algún sentimiento de culpa. Acláranos el misterio amado Candela.
Si el gesto del hermano Candela nos recordó a los primate, el del hermano Miliki trae aires de la sabana. El fiero león abre las fauces y sin piedad se hace con una porción de su pieza. En este caso la pieza estaba desmembrada de antemano, era un generoso bocado de la carrillada que había cocinado su madre y que recibió los parabienes unánimes de los guasones.
La mesa de la Penitentia guasona estuvo repleta de vianda. No falto ni el gambón plancha sobre cuya cabeza se afana con fruición el hermano Vaquilla, venido de lejanas tierras para gozar de esta tradicional celebración guasona.
También las hermanas guasonas se deleitaron con los sabores de la carrillada materna. Consolí, igualmente llegada de las lejanas tierras extremeñas (Venían los dos juntos) volvió a endulzar la sobremesa con un bizcocho del que en esta ocasión no pudimos descifrar la cantidad de huevos utilizados en su elaboración. Eran muchos, seguro.
La mayoría de los guasones aparecieron poco por la mesa, en las primeras horas. Eso claro, no quiere decir que estuvieran a dieta. Los cuerpos serranos de los hermanos desmienten de un breve vistazo esa teoría. Simplemente se encontraron con el sueño de sus vidas. Dadme un punto de apoyo (para el codo) y no moveré el culo. Una barra a nuestra disposición, por dentro y por fuera, era una regalo demasiado generoso para no explotarlo a conciencia.
No, no, hermano Chincheta, el cuello de Ana no estaba en el menú.
Claro que siempre hay hermanos guasones que se alejan de la llamada del pecado de la gula y gozan con la contemplación espiritual del banquete. Sólo eso les sirve de alimento. Sí, alguna libación hacen, eso sí, pero todo muy espiritual,... bueno algo más tarde sería espirituoso.

La penitentia del hermano Miliki se completó con éxito

El hermano Miliki y Maria Ángeles, los perdedores de la VII Cata guasona, junto al ganador, el hermano GPS y al vino vencedor en octubre. El sábado cumplieron con el deber de la penitentia.
Seis meses, día arriba, día abajo, habían transcurrido desde que se consumara la VII Cata Guasona del vino. El hermano Miliki eligió el 9 de abril para cumplir con el deber de la penitentia y los hermanos guasones acudieron a cita masivamente. Cumplimos con el deber de volver a degustar el caldo triunfador, en esta ocasión el que dió la victoria al hermano Gps.