En la imagen se pueden ver las tres cazuelas con los escasos granos de arroz que lograron escapar a la voracidad guasona. Tal fue la situación que no dio tiempo a fotografiar los recipiente llenos e hirvientes.
Lo previsto eran degustar y arroz con pato, que tan cerca de la marisma arrocera, parece que era lo propio. Pero los guasones son gente reincidente y recordaron el festín navideño de los carabineros. Será por aquello de la seguridad pero la mayoría optó por los carabineros, aunque para contentar a tirios y troyanos finalmente cayeron los carabineros, el pato y hasta un portugués que pasaba por allí.
Por cierto, que La Guasonería acudió presta a la cita. Es verdad que no suele fallar cuando se trata de yantar. Estuvieron los agriposos y faltó el griposo A.