Ayer comencé a leer "Caín" de José Saramago. He descubierto algo tarde a este escritor, no hace mucho más de dos años leí "El hombre duplicado" y ya quedé ganado para la causa de este portugués. Hace poco disfruté de "El viaje del Elefante" y ahora devoró Caín. Me queda aún mucho camino por andar, pero lo andaré. Creo, que tras la angustiosa crónica que el hermano Chincheta nos hizo de "Ensayo sobre la ceguera", tendré más dificultades para afrontar su lectura, pero me sobrepondré a este temor ancestral que ha nacido en mi interior.
Habré consumido una cuarta parte del libro y no he podido dejar de pensar que Saramago debió de escuchar o al menos reflexionar como lo hicieron Barón Rojo cuando escribieron Hijos de Caín.
omo ésta es sin duda una de las canciones emblema de la Guasonería, si no el eje de nuestra sapiencia musical, pongo un vídeo, también pensando en el hermano Candela, a quién aún debemos ganar para la causa de esta melodía. El día que lo vea berrear con el resto la canción sabremos que su lado romanticón está cediendo terreno.
En unos días veré si mi impresión primera se confirma, aunque creo que así será. Por cierto, esta canción debe ser imprescindible en el karaoke guasón de la VII Cata Guasona del vino.
Habré consumido una cuarta parte del libro y no he podido dejar de pensar que Saramago debió de escuchar o al menos reflexionar como lo hicieron Barón Rojo cuando escribieron Hijos de Caín.
omo ésta es sin duda una de las canciones emblema de la Guasonería, si no el eje de nuestra sapiencia musical, pongo un vídeo, también pensando en el hermano Candela, a quién aún debemos ganar para la causa de esta melodía. El día que lo vea berrear con el resto la canción sabremos que su lado romanticón está cediendo terreno.
En unos días veré si mi impresión primera se confirma, aunque creo que así será. Por cierto, esta canción debe ser imprescindible en el karaoke guasón de la VII Cata Guasona del vino.
