Una de las más arraigadas leyendas de la Guasonería habla de la búsqueda del misal guasón. El libro sagrado relata verso a verso los cantes que se debe oficiar durante una reunión guasona, especialmente en la noche previa a la celebración de una Cata.
El misal guasón se utilizó por primera vez durante la noche anterior a la III Edición de la Cata. Fue tal la intensidad y el fervor que los hermanos guasones pusieron en su lectura, (baste recordar la mítica lectura del pasaje denominado Granada, tierra soñada por mi...) que la magia del momento llevó al desvanecimiento del misal.
Los guasones, en misión arriesgada, trataron en vano durante el resto de la Cata, de encontrar el libro mágico. Al parecer, la leyenda dice que el misal estuvo también presente en la IV Cata. Pero nadie lo vió. Algunos hermanos consideran que el Abuelo se ha hecho fuerte y guarda el secreto del paradero del misal guasón. El caso, es que la víspera de la Cata, el Abuelo no estuvo presente en el rito del cante nocturno. Su rostro, deja claro que algo esconde.
El misal guasón se utilizó por primera vez durante la noche anterior a la III Edición de la Cata. Fue tal la intensidad y el fervor que los hermanos guasones pusieron en su lectura, (baste recordar la mítica lectura del pasaje denominado Granada, tierra soñada por mi...) que la magia del momento llevó al desvanecimiento del misal.
Los guasones, en misión arriesgada, trataron en vano durante el resto de la Cata, de encontrar el libro mágico. Al parecer, la leyenda dice que el misal estuvo también presente en la IV Cata. Pero nadie lo vió. Algunos hermanos consideran que el Abuelo se ha hecho fuerte y guarda el secreto del paradero del misal guasón. El caso, es que la víspera de la Cata, el Abuelo no estuvo presente en el rito del cante nocturno. Su rostro, deja claro que algo esconde.