Esquivando al señor Mazo. La VII Cata Guasona sorbo a sorbo

El Abuelo parece intentar esquivar el golpe del señor del Mazo que sin remedio le llegará durante la madrugada, justo a tiempo de impedirle ver la carrera en la que Alonso se colocó primero del Mundial.

Quizás ya intuía a esta hora de la tarde que su lozanía de la noche anterior no iba a repetirse el sábado. Cierto es que, junto al Gran Hermano, con señorial pose a su derecha, fueron de los pocos hermanos que apostaron por seguir el programa previsto y pugnaron por tomar unos tragos del Luis Felipe más viajero y esquivo de la historia. Dos catas seguidas acudiendo a Galaroza y dos catas seguidas regresando virgen.

En el otro extremo de la mesa, con los cafés apurados, el hermano Chincheta aparece aún semiborroso tras pasar un sábado de penitencia, recordando seguramente, que en la VI Cata fue el afortunado receptor de la cuchara de Madera. El premio Parrancho bautizado en honor de un caldo horripilante del hermano Loko.

Chincheta, que tuvo que catar en una hora, tras recuperarse de una noche de imaginaria y de un plato de garbanzos con banderillas, parece asegurar con su gesto "esto no me vuelve a pasar a mi, por estas".

Al fondo, Miliki y el Chulo otean el horizonte y piensan "qué rico el café, a cual le doy un diez". A esta hora ya habían agotado el repertorio de "maldades" y se apuntaron al descanso del catador que fue la sobremesa previa a la caza del zorro.