9/12/08

¿Qué nos pasó con el Marqués de Cáceres?

A mi nunca me gustó el tinto de verano. Al principio, muy al principio, tampoco la cerveza. Después sí. Pero el tinto de verano, no. Ni ahora, que le voy a hacer. A lo mejor me olvidó de algo, pero el primer contacto serio que recuerdo con el vino fue con el Marqués de Cáceres. Ahí fue cuando nos empezó a gustar, al menos a mi. Tanto que una cena de Navidad, quizás la primera que no hubo concurso de cervezas, se recordará por los siglos de los siglos guasones como la del Marqués de Cáceres.

Desde aquella cena entre Triana y Los Remedios, en la que hasta el postre se regó con Marqués de Cáceres, han pasado muchos años. Ya no nos parece que el Marqués de Cáceres sea el sumum. Es más ya ni siquiera Rioja (o riojita) es un sinónimo de vino. Hasta estamos empezando a paladear cosas distintas a los Ribera del Duero.

Pero ahora tengo abierta una botella de Márques de Cáceres y me vino la melancolía. A pesar de todo siempre estará en nuestro corazón... paladar, quería decir.

1 comentario:

Hermano Miliki dijo...

La verdad es que esto habrá quedado en el olvido de más de uno. ¿Alguien se acuerda de cuántas cayeron? Cierto y verdad que también creo recordar que fue la 1ª vez que tomé vino sin casera. Y tb que ahí fue cuando me empezó a gustar el mismo. Pero ah amigo, los paladares cambian, los estómagos igual y nuestro sibaritismo por lo bueno no se queda atrás. Por otra cata gloriosa, WE SALUTE YOU !!!