Todavía se recuerda aquella cena. Nadia podía dar crédito a los que veíamos sobre el mantel. Después de unos aperitivos y un rato de charla, el hermano Candela decidió que había llegado la hora de la cena. Tenemos pollo. Alertó. Y vaya si teníamos. Uno, dos , tres, cuatro, cinco,... es difícil definir cuántos pollos salieron del corral, nos faltaban dedos y somos de letras. Desde luego, más que hermanos acudimos al ágape.
Aquella jornada festiva quedó grabada en el inconsciente (no es una errata) colectivo de la Hermandad y ahora se dan las circunstancias para recuperar la cena del pollo. Será en casa del hermano Candela, el jueves 29 de mayo, prefestivo para algunos hermanos. La hora ya se comunicará por los conductos reglamentarios.
Se ruega a los hermanos que vayan a acudir a la cita que se salten el almuerzo y la merienda de ese día. El desayuno se puede hacer, pero sin excesos, hay mucho pollo por delante. Si nuestro añorado hermano Vaquilla lee esto (cosa harto improbable) por favor, que se encargue de comprar el pan.
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