La irrealidad del tiempo

Aunque por dentro seguimos igual que hace casi treinta años (más o menos calvos y gordos que entonces) los surcos del tiempo han marcado el concepto que de nosotros tenemos. Ya los gansos no son más que un borroso recuerdo de palabras que a veces no brotan. Ni siquiera los guasones son esos monjes que derrocharon su visión amarillo-pollo de la vida por el Puerto.

Por suerte, como dice Sabina cualquier tiempo pasado fue peor, o por lo menos igual.

Pero es tan caprichoso esto del tiempo que es capaz de repetirse y casi no te das cuenta de que andas metido en un bucle.

Jugaba España contra Italia. Decidí apagar esa noche la TDT y poner el análogico y la radio. "Vaya baño que les estamos dando otra vez a estos tíos". Llegan los penalties y de repente el tiempo se pone a jugar con nuestra alegría. Tira Villa, en la radio, y goool. Un segundo después vuelve a meter gool en la tele y todavía dos o tres segundos más tarde se oyen los ecos de los digitales, el tercer gooool de Villa en menos de cinco segundos.

Voy a pensar como sería esto en la vida real. ¿Me interesa más un tiempo de radio, analógico o digital? ¿Quién emitía en directo o no emtía ninguno? ¿Se estará jugando de verdad una Eurocopa? ¿Será verdad que hemos pasado de cuartos? ¿Cuántas veces?